La idea de que la mayor amenaza a la integridad de las nuevas generaciones toma lugar dentro de aulas y no en YouTube Kids sería muy tierna, si no fuese una bomba de tiempo.
La cuestión Roblox me recordó a cuando me tocó entrar en contacto virtual con my own pederasta personal jugando a Metin2, allá por ¿2009? Creo que antes incluso. En aquella época era todo más sencillo porque la computadora era, todavía, algo externo a uno mismo entonces para mis padres, cuando saltó la ficha, fue tan fácil como reforzar la supervisión y forzar la desconexión salvo para cosas muy puntuales ya que consideraron (con mucha razón) que Internet no era un lugar para un chico de 10 u 11 años. Las infancias, hoy día, están aún más expuestas que nosotros a todo esto, como bien citás en ese caso, y los padres no saben cómo (o no se interesan por) intervenir.
También, fuera de la pequeña referencia autobiográfica, me parece que todavía no se ve la totalidad de las consecuencias que tiene la sobreexposición de los niños a Internet (sobre todo al existente en esta década). Además de los contenidos que circulan y la espiralización de ciertas prácticas y discursos indeseables, algo que se está viendo es que los chicos vienen con problemas léxicos porque ya no interactúan con sus padres o hermanos verbalmente. Lo ví en twitter hace unos días y, poniéndome a prestar atención, después lo vi en los niños cercanos. Los padres hablan cada vez menos con sus chicos y estos no terminan de desarrollar ciertas habilidades elementales. No voy a señalar a nadie (tampoco es nadie que vaya a leer esto) pero vi en un espacio temporal muy chico al menos tres padres clavarle el celular a sus infantes /para que no jodan/. Un peligro la verdad.
La cuestión Roblox me recordó a cuando me tocó entrar en contacto virtual con my own pederasta personal jugando a Metin2, allá por ¿2009? Creo que antes incluso. En aquella época era todo más sencillo porque la computadora era, todavía, algo externo a uno mismo entonces para mis padres, cuando saltó la ficha, fue tan fácil como reforzar la supervisión y forzar la desconexión salvo para cosas muy puntuales ya que consideraron (con mucha razón) que Internet no era un lugar para un chico de 10 u 11 años. Las infancias, hoy día, están aún más expuestas que nosotros a todo esto, como bien citás en ese caso, y los padres no saben cómo (o no se interesan por) intervenir.
También, fuera de la pequeña referencia autobiográfica, me parece que todavía no se ve la totalidad de las consecuencias que tiene la sobreexposición de los niños a Internet (sobre todo al existente en esta década). Además de los contenidos que circulan y la espiralización de ciertas prácticas y discursos indeseables, algo que se está viendo es que los chicos vienen con problemas léxicos porque ya no interactúan con sus padres o hermanos verbalmente. Lo ví en twitter hace unos días y, poniéndome a prestar atención, después lo vi en los niños cercanos. Los padres hablan cada vez menos con sus chicos y estos no terminan de desarrollar ciertas habilidades elementales. No voy a señalar a nadie (tampoco es nadie que vaya a leer esto) pero vi en un espacio temporal muy chico al menos tres padres clavarle el celular a sus infantes /para que no jodan/. Un peligro la verdad.
Buenísimo compa