Me mudé hace poco tiempo desde El Bolsón hasta Entre Ríos, para abrir un espacio gastronómico. Hace años la vida en ese aspecto se presento de esa manera, mis clientes? Personas que quieren desarrollar una oferta gastronómica pero sin los recursos necesarios y también primerizos en el rubro.
Cada cliente es un universo distinto con los que generó vínculos símil socios, es parte del servicio.
Y en esta última expedición en Entre Rios, una vez instalado en el lugar, me agarró un momento previo al pesimismo, pivotie pensamiento en zonas donde todo terminaría mal provocadas por las minucias del narcisismo o los primeros juicios que generan conocer a alguien nuevo, al cual vas a estar al servicio. Después apareció el pesimismo, y eso me llevo a pensar que siempre que se presentaron oportunidades interesantes, probables, el pesimismo se manifestaba en algún momento, y solo por eso he llegado a cambiar mis chances. Pero con el tiempo el pesimismo se volvió en la prueba de que el camino escogido algo tiene. Me sentí un poco el pucho que prenden las personas cuando quieren llamar al colectivo que no llega.
Hermoso comentario, loco. Gracias por compartir.
Me mudé hace poco tiempo desde El Bolsón hasta Entre Ríos, para abrir un espacio gastronómico. Hace años la vida en ese aspecto se presento de esa manera, mis clientes? Personas que quieren desarrollar una oferta gastronómica pero sin los recursos necesarios y también primerizos en el rubro.
Cada cliente es un universo distinto con los que generó vínculos símil socios, es parte del servicio.
Y en esta última expedición en Entre Rios, una vez instalado en el lugar, me agarró un momento previo al pesimismo, pivotie pensamiento en zonas donde todo terminaría mal provocadas por las minucias del narcisismo o los primeros juicios que generan conocer a alguien nuevo, al cual vas a estar al servicio. Después apareció el pesimismo, y eso me llevo a pensar que siempre que se presentaron oportunidades interesantes, probables, el pesimismo se manifestaba en algún momento, y solo por eso he llegado a cambiar mis chances. Pero con el tiempo el pesimismo se volvió en la prueba de que el camino escogido algo tiene. Me sentí un poco el pucho que prenden las personas cuando quieren llamar al colectivo que no llega.