"las tramas de redención y las fantasías de heroísmo atípicas"
Aunque es claro como esto funcionó con los liberts, me parece que Rebord impulsa una narrativa muy similar (y efectiva) con el peronismo/nacionalismo. Cómo si el país estuviera en su etapa Batman con la espalda quebrada viviendo en un pozo en medio-oriente.
Hola! Empiezo por decir que me gusta mucho leerte. Decís:
"Mucha gente, en especial gente joven, usa el arte como caja de herramientas para autoficcionalizarse como personaje trágico. Esto me parece sano y cualquier persona con medio cerebro (o un corazón entero) va a estar de acuerdo conmigo."
Y estoy de acuerdo. Sin embargo, tenemos, según vos, por un lado, la autoficcionalización a la manera millenial y por el otro, a la manera zoomer. Y vos decís que una es más sana que la otra por el hecho de que los zoomers parecieran hacerse cargo de su condición de perdedores, oprimidos, marginalizados (en todo caso, eso es lo que interpreto cuando escribís "antihéroes autistoides"). Una primera pregunta que me surge de esto es: ¿son los zoomers, efectivamente, es decir, en sus condiciones materiales y espirituales, más "antihéroes autistoides" que los millenials? Si no lo son, entonces la autopercepción que los zoomers canalizan a través del arte no responde a la realidad, sino, para utilizar un término un poco difuso pero que nos permite seguir de momento la discusión, a cierta ideología. Ahora bien, si sí lo son, es decir, si han sufrido en su juventud mayor incertidumbre que los millenials, creo que la diferenciación entre la autoficcionalización millenial y la zoomer, o mejor dicho, la valorización que vos hacés de una por sobre la otra, no podría sostenerse. Entiendo que vos planteás esto como dos vínculos posibles con el arte. Y sin embargo, no lo son. Es indiferente, al momento de definir los vínculos entre el arte y las personas, cómo uno se autoficcionaliza. Lo que importa, al momento de pensar la relación entre el arte y las personas, es la autoficcionalización en sí. Porque vos lo decís: la autoficcionalización es previa. No encontramos en el arte "antihéroes autistoides", no los descubrimos, sino que los buscamos. Cuando queremos autoficcionalizarnos, cuando esa es la riqueza que encontramos en una producción artística, sólo se trata de que algún oportunista o, para ser más bueno, alguien atento al sonar de los tiempos, tenga la capacidad suficiente para plasmar ese vibrar en una obra de arte. Que no es poco. Como decía, estoy de acuerdo con que la autoficcionalización es una parte fundamental del arte. Ahora bien, creo que si la autoficcionalización es el eje, entonces no podemos hablar de jerarquías artísticas. Porque, efectivamente, quien se autoficcionaliza con Ryan Gosling en Drive, con John Wayne en The Searchers o con Cary Grant en Only Angels Have Wings no se enfrenta al hecho artístico de una manera diferente a quien se autoficcionaliza con Taylor Swift. Y en todo caso, si habláramos allí de una jerarquía, tendríamos que hacerlo en base a una escala moral, que creo que poco tiene que ver con el arte.
"las tramas de redención y las fantasías de heroísmo atípicas"
Aunque es claro como esto funcionó con los liberts, me parece que Rebord impulsa una narrativa muy similar (y efectiva) con el peronismo/nacionalismo. Cómo si el país estuviera en su etapa Batman con la espalda quebrada viviendo en un pozo en medio-oriente.
Hola! Empiezo por decir que me gusta mucho leerte. Decís:
"Mucha gente, en especial gente joven, usa el arte como caja de herramientas para autoficcionalizarse como personaje trágico. Esto me parece sano y cualquier persona con medio cerebro (o un corazón entero) va a estar de acuerdo conmigo."
Y estoy de acuerdo. Sin embargo, tenemos, según vos, por un lado, la autoficcionalización a la manera millenial y por el otro, a la manera zoomer. Y vos decís que una es más sana que la otra por el hecho de que los zoomers parecieran hacerse cargo de su condición de perdedores, oprimidos, marginalizados (en todo caso, eso es lo que interpreto cuando escribís "antihéroes autistoides"). Una primera pregunta que me surge de esto es: ¿son los zoomers, efectivamente, es decir, en sus condiciones materiales y espirituales, más "antihéroes autistoides" que los millenials? Si no lo son, entonces la autopercepción que los zoomers canalizan a través del arte no responde a la realidad, sino, para utilizar un término un poco difuso pero que nos permite seguir de momento la discusión, a cierta ideología. Ahora bien, si sí lo son, es decir, si han sufrido en su juventud mayor incertidumbre que los millenials, creo que la diferenciación entre la autoficcionalización millenial y la zoomer, o mejor dicho, la valorización que vos hacés de una por sobre la otra, no podría sostenerse. Entiendo que vos planteás esto como dos vínculos posibles con el arte. Y sin embargo, no lo son. Es indiferente, al momento de definir los vínculos entre el arte y las personas, cómo uno se autoficcionaliza. Lo que importa, al momento de pensar la relación entre el arte y las personas, es la autoficcionalización en sí. Porque vos lo decís: la autoficcionalización es previa. No encontramos en el arte "antihéroes autistoides", no los descubrimos, sino que los buscamos. Cuando queremos autoficcionalizarnos, cuando esa es la riqueza que encontramos en una producción artística, sólo se trata de que algún oportunista o, para ser más bueno, alguien atento al sonar de los tiempos, tenga la capacidad suficiente para plasmar ese vibrar en una obra de arte. Que no es poco. Como decía, estoy de acuerdo con que la autoficcionalización es una parte fundamental del arte. Ahora bien, creo que si la autoficcionalización es el eje, entonces no podemos hablar de jerarquías artísticas. Porque, efectivamente, quien se autoficcionaliza con Ryan Gosling en Drive, con John Wayne en The Searchers o con Cary Grant en Only Angels Have Wings no se enfrenta al hecho artístico de una manera diferente a quien se autoficcionaliza con Taylor Swift. Y en todo caso, si habláramos allí de una jerarquía, tendríamos que hacerlo en base a una escala moral, que creo que poco tiene que ver con el arte.
"Una generación cuyo triunfo es elegir como perder". Espectacular.
Otra pieza perfecta
mucho mundo
Sencillamente maravilloso!