¿Qué tal?
Espero que estés teniendo un buen domingo.
Mi canción de hoy es "Air BnB Sonnet" de The Hellp:
No tiene sentido ocultarlo: Estoy triste por la muerte de David Lynch, y esta edición pretende ser un consuelo. Especialmente para aquellos que, más allá del luto, se sienten desalentados por un mundo que, en sus palabras, "no permitiría a otro David Lynch". Disiento. Creo que hoy el cine está mucho mejor posicionado que otras industrias para producir y distribuír arte complicado.
El problema
Las películas de Marvel, lo peor del pop, y esos pésimos documentales de True Crime que congestionan el catálogo de Netflix tienen un causal en común: La aversión al riesgo.
No es un problema del lado de la demanda, tanto del lado de la oferta - que, por supuesto, va moldeando un consumidor a medida. Miremos lo que pasó con el video corto en general, y con TikTok en particular. En menos de diez años, la oferta de contenido corto en video forjó a un consumidor de contenido impaciente, fastidioso, y poco refinado. Y estas afectaciones le ocurrieron a todo tipo de audiencias, con intensidades variables.
La aversión al riesgo lleva al acatamiento religioso a algún playbook. Es decir, a la creencia de que todo lo que uno tiene que hacer para lograr un objetivo es seguir una receta que se explica y justifica a sí misma - que funciona porque su lógica interna la valida, sin importar el contexto en el que la receta se aplica.
En el marketing, por ejemplo, esta tendencia lleva a la aplicación de tácticas de "performance marketing" cada vez más minuciosas y absurdas, ante un panorma de ROI decreciente, usuarios apáticos, y mercados sobre-ofertados.
En el venture capital, vemos inversores que saltan de grift en grift, vendiendo una visión de futuro distinta cada seis meses. Pensar al nivel del playbook lastima la capacidad de proyectar a futuro, condenándote a siempre correr detrás de la tendencia.
En las artes, vemos la explotación hasta el hartazgo de fórmulas cada vez más trilladas, ejecutadas con cada vez menos respeto hacia la audiencia. En 2023, este desdén se volvió evidente, incluso para los espectadores más indulgentes. The Marvels (2023) tuvo la peor recaudación de todo el “Marvel Cinematic Universe”, con una pérdida de más de $200M. Madame Web (2024) fue universalmente despreciada, siendo la película vinculada a "Spider-Man" de menor recaudación de toda la historia de la IP.En los últimos dos años, Marvel tuvo un sólo éxito: Deadpool & Wolverine (2024). Esta anomalía sería interesante de analizar, dadas las particularidades del encuadre de este film vs. el resto de los productos de Marvel - pero esa es una conversación para otro momento.
Como fuese - a pesar de esta aversión al riesgo, hemos visto arte interesante en los últimos años. Si no, no estaría escribiendo esto y para peor, ya estaría muerto. ¿De dónde viene ese arte interesante, y por qué triunfa?
¿De dónde viene? De todos lados, pero voy a hacerme de 3 ejemplos concretos. Dos, ya muy analizados en estas columnas. ¿Por qué triunfa? Porque puede amortizar su riesgo.
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