Do as the romans do
"Estoicismo" no significa lo que crees que significa. [+ Las tabacaleras están domando a lo loco]
Hace unas semanas, comenzó una “trend” en redes sociales en la que mujeres le preguntaban a sus novios con qué frecuencia piensan en el Imperio Romano. Parecería que una mayoría considerable de hombres piensa en el finado estandardate con una frecuencia diaria. Yo me encuentro entre ellos, por supuesto.
Más allá de ficciones, curiosidades históricas, o (forzados) paralelismos con el presente, ha habido una mercantalización interesante del Imperio Romano. Especialmente, de uno de sus frutos griegos: El estoicismo.
En esta edición, voy a ahondar en:
Cómo se nos está vendiendo el estoicismo - especialmente, en los ambientes entrepreneurial-tech
Como esta versión lavada dista de los fundamentos de la tradición estoica
Un potencial pipeline de radicalización
Las causas de fondo
Luego, voy a comentar un par de cosillas que he estado viendo con respecto al lobby de las tabacaleras.
Academia de Estoicos Millonarios Plan Diamante Cripto Trading
Quienes frecuentan el nicho founder-startupero-maker (o las estafas piramidales) han escuchado hablar del “estoicismo” como la doctrina filosófica que plantea que los mayores logros que puede tener un hombre son el producto del sacrificio, ya sea en el gimnasio o en su negocio de dropshipping.
Las plataformas de audiolibros resumidos engrosan sus catálogos con libros de autoayuda, manuales empresariales de dudosa legitimidad, y popurrís de citas de Seneca.
¿Las Meditaciones de Marco Aurelio? Categoría: Autoayuda.
No es necesariamente malo buscar sabiduría en la filosofía, al contrario. Pero la autoayuda no es sabiduría. El estoicismo pop es un cuerpo de hacks y frases motivacionales que te azuzan a convertirte en un founder acorde a las expectativas del Venture Capital, o en un cliente cautivo de alguna cadena de gimnasios.
Hay una búsqueda de “la herramienta”, no una búsqueda de conocimiento. En parte es por eso que no se leen los textos originales. ¿Para qué lo harías? Si podes consumir una suerte de pasta de estoicismo reprocesada en una nugget de contenido corto.
Desde The School of Life, Alain de Botton tergiversa dispositivos para la comprensión y los convierte en dispositivos para la acción. La filosofía sólo puede justificarse como a means to an end. Algunos dirían que esto se debe a “nuestro sistema productivo”. Pero es mentira. El arte ha podido desarrollarse de formas muy interesantes bajo el capitalismo, ya sea como recreo, como espacio de pertenencia exclusivo, o como lavarropas de las culpas de los ricos.
En este sentido, lo peor que nos pasó culturalmente es creer que con tener mucha plata basta. La desaparición de la clase media y la crisis de su imaginario de vida digna corrió el discurso hasta tal punto que la esperanza de ser obscenamente rico copó el mainstream discursivo. Ser rico es moralmente bueno. Y ser rico es tener un Lambo. No voy a desarrollar más sobre esto porque ya lo hice en dos ocasiones:
El problema no es el capitalismo, el problema es que tenemos una elite que no sabe ser elite.
Esta negación de lo artístico y lo espiritual empobrece al arte. El mainstream musical es principalmente sexo y flex.
Hay una crueldad poética en todo esto. El estoicismo real sería un bálsamo viable para el malestar y la incertidumbre y nos ayudaría a trepar fuera de este bache cultural.
Buen momento para compartir mi canción para esta edición, “N95” de Kendrick Lamar:
La banalización del estoicismo es el único estoicismo posible hoy.
La historia de vida de un empresario es la última narrativa de lucha posible en una época en la que, como dijo Yukio Mishima, “no hay muerte heroica”. La muerte heroica es una semana laboral de 80 horas. La muerte heroica es la hustle culture. Que, vale la pena aclarar, es una estafa.
Como le escuché una vez a un podcaster: “si fuera un billonario, querría que mis potenciales competidores estén desperdiciando el tiempo despertandose a las 5 de la mañana y haciendo cosas que no importan sólo para sentir que hacen algo.”
Sumemos a esto la sobre-mistificación del gimnasio como arena donde este emprendedor estoico también se autosupera. Full disclosure: Voy al gimnasio 3-4 veces por semana. Pero es cierto que esa disciplina que me lleva a ejercitar es superficial. Ir al gimnasio es transformar el físico sin una transformación espiritual dolorosa. No sos un atleta olímpico ni un guerrero. No sabés trabajar en el campo. Probablemente nunca te hayas agarrado a piñas con nadie. Cierto culturismo amateur aspira a lograr la estética de la trascendencia, sin trascendencia.
Es bastante triste que la exploración espiritual que mi generación está haciendo muera en levantar pesado o en “manifestarle” 11 millones de dólares al “Banco del Universo”.
YES
Pero bueno, este es un asunto para otra ocasión.
Radicalización
¿Hay un pipeline alt-righter? No creo que sea un pipeline en el que alguien entre por el Imperio Romano y termine militando en alguna agrupación neonazi. Pero es cierto que el imaginario del Imperio Romano es utilizado tanto por cierto masculinismo incel como por los alt-righters.
Menciono esto como hilo del que tirar para seguir la conversación, si es que alguno de ustedes les importa particularmente. La apropiación fascista del imperio romano ya sucedió hace 80 años, y tiene sentido. Al fin y al cabo, fue un imperio romano, no una comuna vegana romana.
Tabaquismo cool
Antes de comenzar con esto, quiero aclarar que no tengo intenciones de suicidarme. Amo vivir y tengo en mente continuar en esta durante muchos años.
Una vez cada 2-3 meses, Instagram me muestra un anuncio de una campaña de cierta tabacalera, que está haciendo lobby para que Argentina regule y permita la venta de cigarrillos electrónicos o vapes.
Tanto los cigarrillos como los vapes son nocivos para la salud. Pero hay algo en el vape que me disgusta profundamente: No parece peligroso, no tiene un gusto feo, y no es sucio. Los cigarrillos son roñosos y saben horrible. Diría que los cigarrillos son como la violencia realista en la ficción, y los vapes son la violencia caricaturizada.
Está bien que la violencia, aunque sea ficticia, nos genere repugnancia y miedo. En esta misma línea, si algo es nocivo, lo más responsable que podemos hacer es darle una apariencia poco atractiva y precarizar la experiencia de consumo. Picarse con heroína siempre debería ser una práctica horrible y peligrosa.
En buena parte del mundo occidental, las tabacaleras tienen prohibido, desde hace algunas décadas, publicitar de formas convencionales. Ahora bien, esto no significa que hayan dejado de hacer publicidad.
En el Lollapalooza de este año había un stand de Marlboro. Y tengo la sospecha de que están haciendo product placement en los perfiles sociales de algunas celebridades.
A su vez, hay un poco orgánico movimiento en la derecha yankee que reivindica las “cigarette aesthetics”. El targeting es preciso y extremadamente interesante. Apuntan a varones solteros con una pulsión de muerte bastante fuerte, y los bombardean con fotografías de imitadores de Alain Delon fumando con modelos en la Rivera Italiana.
Luego podría expandir estas notas, en un artículo sobre cómo promover lo impromovible. En su momento, los casinos online confiaban fuertemente en el SEO como única vía de promoción posible. Hoy están hasta en camisetas de equipos de fútbol.
Si me lo preguntan, es un peligro y una vergüenza.
¿Qué opinan de todo esto? Los leo.
Hasta el próximo domingo,
Aaron